Es de público conocimiento que por el Congreso de la Nación, está presentado
un proyecto de Ley (quizás con tratamiento en la próxima semana, según La
Gaceta 26 de Octubre), que bajo el esquema de “promoción de una
alimentación saludable”, advierte a los consumidores de los excesos del azúcar
y otros componentes como las grasas, etc, pero sobre todo define como
“nutriente crítico” al azúcar. Llama la atención que nada dice sobre el consumo
de aquellos “no nutrientes” como los edulcorantes artificiales o sintéticos que
buscan reemplazar al azúcar y ellos son realmente perjudiciales a la salud,
según lo demuestra la extensa bibliografía al respecto. En este caso específico,
la novedad es que la advertencia del consumo de esos edulcorantes es solo
para niños y nada dice cuando muchos de esos productos están siendo
paulatinamente prohibidos en varios países y para todo público. Nosotros
todavía no hemos reaccionado en ese sentido.
Si bien el origen de esta idea del “etiquetado” nace en la OMS, las normas
deberán ser más claras y justas.
Los artículos 1°,2°,4°,7° y 8° del proyecto insisten mucho en sobreexponer al
azúcar. Es como “demonizarlo” en especial los Art. 4 y 8 con el tema del
etiquetado en la cara principal del envase. Es hasta conocido que el consumo
medido de azúcar no causa daño alguno a la salud (salvo obviamente los
diabéticos y algún otro caso) y por ello es interesante comparar el aporte de
calorías extras al cuerpo humano, según la ingesta alimentaria. Así el azúcar
(sacarosa) aporta 4,5 calorías por gramo, en tanto un centímetro cubico de
bebida alcohólica son 7 calorías y un gramo de grasas son 9 calorías. También
ese proyecto es curioso por cuanto en bebidas denominadas “analcóholicas”,
pero ni una palabra sobre las bebidas alcohólicas, que como se conoce,
encierran un gran peligro de no tomar recaudos necesarios del caso. El mismo
defecto exhibe cuando no incluye al almidón (o productos amiláceos) para
lograr una “alimentación saludable” ¿ por qué solo el azúcar?
Tampoco hay una letra referida al Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF),
que viene ganando terreno desde 1970 para remplazar al azúcar común y al
refinado, usando el supuesto argumento que contribuye a mermar la obesidad,
cosa que confunde a las personas, pues está demostrado científicamente por
la Universidad de Colorado (USA), que tiene riesgo de crear hipertensión,
cuenta con “altísimo índice glucémico” y el exceso origina “lipogénesis”. Hoy en
día se abunda con el consumo de bebidas así endulzadas y en la preparación
de postres, mermeladas, etc acompañado con la palabra “light”. Este JMAF
surge por una transformación enzimática de la glucosa a fructosa
(monosacáridos) provenientes del almidón del maíz y que algunos llaman
hidrólisis enzimática del almidón.
Vuelvo a insistir ¿por qué no figura el almidón en ningún artículo del proyecto,
con el mismo énfasis que se le dio al azúcar? El maíz procesado tiene 71% de
almidón. El JMAF se fabrica en dos tipos: con 42% y 55% de fructosa, siendo
este último el de mayor difusión mundial. Tiene además 41% de glucosa y 4 %
de otros.
Argentina es 5° productor en el mundo y según F.O.Licht´s elabora unos
320.000 a 350.000 t/año. La industria nacional señaló que durante 2018 se
consumieron a razón de 9,1 kg/habitante/año (25 g/día), pero se exportó
mucho. Con lo observado, este producto debería ser tenido en cuenta en el
proyecto de Ley como un “derivado del almidón”. USA produce 8 millones de
t/año y China 4,5 millones/t.
A este país le surgió un fuerte competidor estos últimos 25 años, con el
desarrollo en Japón de una notable industria farmacéutica y de bebidas no
alcohólicas en base a utilizar el endulzante natural – proveniente de un vegetal
originario del Paraguay – la “Stevia rebaudiana” – que posee el compuesto
orgánico “steviósido” que es 300 veces más dulce que la sacarosa y sin ningún
riesgo para la salud humana (hasta ahora no hay evidencia alguna).
Es apto para dietas hipocalóricas y a su vez gran antioxidante. Es especial para
reemplazar a los endulzantes sintéticos. La Gaceta ya se había hecho eco de
ello en su edición de la sección Rural del 18 de Junio 2010 (más de 10 años).
La OMS recomienda una ingesta calórica diaria del 5% en azúcar que serían
unas 125 calorías si nos basamos que el ser humano requiere normalmente
2.500 calorías/diarias (sin esfuerzos) y como término medio. En las mujeres
puede ser menor. Argentina espera producir para 2020 alrededor de 1.340.000
t/azúcar para consumo según el informe en Julio del CAA, lo que equivale a
33,1 kg/habitante/año cifra que registraría un leve aumento en relación al 2013
cuando el mismo CAA dijo 32,6 kg/habitante/año. En esos valores globales no
está incluida la parte computada en equivalente alcohol ni la exportación.
Resultará de interés cotejar el consumo por habitante con otros países
productores. Con Colombia y México tenemos valores un poco cercanos. Con
el primero – resultan 26,5 kg/habitante/año y con el segundo 28,7 kg. Son
países con mayor población que Argentina y producen más azúcar. Con Brasil
la diferencia es mayor pues ellos consumen 20 kg/habitante/año. Debemos
advertir que estas estadísticas del USDA lo hacen en base a t/métricas/valor
azúcar crudo. De todas formas surgen consumos diarios de 90,6 gr para
Argentina, 78,6 gr en México, 72,6 gr en Colombia y 55,5 en Brasil. Un caso
muy especial es la India, segundo productor mundial pero primero en consumo.
Resulta con 47,5 kg/habitante/año o sean 130 gr/día (Referencias USDA). Para
completar más las objeciones a este proyecto de Ley, vale mencionar un
interesante trabajo del IDEP entre 2013-15, cuando señaló que Argentina
consumía alrededor de 740.000 t de edulcorantes artificiales (en equivalente
azúcar, es decir casi la mitad que produce Tucumán), distribuidos en sacarina
32%, Aspartame 29%, sucralosa 20%, ciclamatos 11 %, acesulfame potásico
6% y la stevia solo 1%. De todos ellos, el “centro para el interés público de la
ciencia”, de USA, hacía mención de evitar la sacarina, los ciclamatos, el
aspartame y el acesulfame, empleando precaución con la sucralosa. La
sacarina y los ciclamatos están prohibidos en varios países. El proyecto de Ley
nada dice de estas cosas. Según el IDEP nuestro país creció en el consumo de
los edulcorantes del 13,8% al 15,9% en 10 años y con JMAF desde 22,5% a
24,4% y el azúcar bajaba de 63,6% a 59,6% (ciclo 2003-2013). En días
recientes, La Gaceta publicó las declaraciones de los das Senadoras
Nacionales por Tucumán, en el sentido que no van a respaldar el proyecto.
Todo el arco productivo azucarero y la parte estatal deberían elevar su reclamo
al respecto.
Franco Augusto Fogliata
Ingeniero Agrónomo
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