La cosecha avanza sin complicaciones. Los rendimientos acompañan al volumen y calidad esperada. Todavía, no se ve un avance en el consumo de bioetanol en el mercado y el precio de exportación dista de ser tentador.
El precio interno, actualmente, refleja un mercado que está aumentando su stock, por la naturaleza de la época, pero también por que no se cumplen las condiciones ideales para el consumo de biocombustible, como así tampoco para la exportación. La pandemia acrecentaría esta crónica anunciada. Algunos expertos hablan que la falta de humedad aumenta la posibilidad de fuertes heladas, lo cual podría incidir en un aumento o estabilidad del precio, pero hasta que el frío no llega, no se lo siente, por lo menos no, desde el precio de mercado.
La curva de la inflación se acerca a la de precio de mercado interno, por lo que se puede observar en el análisis un futuro choque entre el costo y el ingreso (costos muy influenciados desde el punto de vista tributario). Los precios internacionales siguen mostrando una curva descendente con alguna estabilidad, y así también, lo único que se mantiene congelado es el precio del Bioetanol desde diciembre.
Si no se hace algo en el "corto plazo", y se genera un consenso operativo eficiente y profesional, el precio podría caer por debajo del precio de exportación. Salvo existencias de heladas, aumento en el tipo de cambio o una salida inesperada de la pandemia y reactivación del consumo.
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