En Brasil, es un hecho terrible para los fabricantes de azúcar, especialmente para los europeos, que han sido convencidos de reanudar sus actividades después de un año marcado por la caída de los precios y el cierre de fábricas.
A mediados de febrero, la libra de azúcar en bruto había aumentado a 15 centavos frente al dólar estadounidense, recientemente cayó a 8 centavos y luego subió a 10 centavos.
"El punto principal de la crisis está relacionado principalmente con la crisis del petróleo, lo que hace que sea más interesante producir azúcar para el mercado mundial en Brasil (...) que el etanol doméstico, que se hundió por completo debido al petróleo", dice Masson. AFP
Otro factor que impulsó las exportaciones brasileñas de azúcar para la cosecha 2020-2021 "es la devaluación del real frente al dólar", según un informe reciente de la National Supply Company (Conab).
"La perspectiva es que este tipo de cambio continuará apoyando la competitividad del azúcar brasileño en el mercado extranjero", dijo el informe, que explica que la producción brasileña de azúcar alcanzaría los 35,3 millones de toneladas, con un aumento del 18,5% en en comparación con la cosecha anterior.
Desde el comienzo de la pandemia, el real brasileño ha perdido el 30% de su valor frente al dólar, la moneda del mercado mundial del azúcar.
"Esto significa que, a corto plazo, los brasileños son mucho más competitivos, pueden vender (azúcar) más barato en el mercado mundial en dólares y tendrán la misma cantidad en reales", dijo Masson.
Señala una tendencia que preocupa a otros países productores de azúcar, como Sudáfrica o Tailandia.
- La amenaza monetaria brasileña - Sin embargo, esta perspectiva no concierne a Cristal Union, el segundo mayor productor de azúcar francés, dice el CEO de la compañía, Alain Commissaire.
"Ya habíamos anunciado en diciembre, en nuestras reuniones internas y con los productores, que habíamos cambiado nuestro modelo de negocio para ser más europeo, más flexible, más ágil y estar menos en el mercado mundial", explica a AFP.
Algo similar sucede en Alemania, en SüdZucker, la compañía azucarera más grande del mundo, donde también señalan que, a diferencia del mercado global, los precios europeos no caen: mientras que cayeron a 300 euros por tonelada en la UE el año pasado, al final desde febrero se situaron en 370 euros ", y el aumento de precios continúa", dice un portavoz del grupo.
La principal preocupación de los productores de azúcar es el etanol: "Brasil inevitablemente produce etanol. No sería conveniente para nosotros enfrentar una presión anormal en nuestros mercados, porque el real se devalúa y el excedente termina en Europa. Esto puede ser un problema real para nosotros ", dice el comisario.
Alrededor de una cuarta parte de la remolacha se destina al azúcar producida en Francia, donde se produce en gran medida en comparación con el resto de Europa, lo que representa solo el 8% en el mercado mundial.
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